Como en todo el Mediterráneo, la Noche de San Juan se vive en Barcelona con intensidad y mucho interés. Es un momento mágico, una tradición pagana milenaria que ha sobrevivido hasta nuestros días para celebrar el solsticio de verano, la noche más corta del año y lo sritos mágicos de renovación del espíritu. Es además una ocasión única para divertirse en la Ciudad Condal.
Y es que en La noche del 23 al 24 de Junio Barcelona no duerme y cada barrio disfruta de su propia verbena. Las hogueras llenan las plazas de la ciudad donde se lanzan petardos, y los trastos y viejos recuerdos arden en las fogatas.
Es una delicia sumergirse en este ancestral rito, oliendo la pólvora quemada y saboreando la tradicional coca y el cava, compañeros imprescindibles de la Fiesta de Sant Joan. Entre las cocas más dulces y populares destaca el brioche de frutas y piñones, aunque hay quien prefiere la de hojaldre con chicharrones o la de piñones rellena con crema.
Pero lo más espectacular de esta noche se vive sin duda alguna en las playas de Barcelona (Sant Sebastià, La Barceloneta, Nova Icâria, Bogatell, Nar Bella, Llevant…). A la luz de las hogueras la gente acude a cenar, bailar alrededor del fuego, admirar la espectacularidad de los fuegos artificiales, escuchar música y, sobre todo, cumplir con el ritual de ver el amanecer de la noche más corta del año desde la arena de la playa. Es el rito que marca la llegada del verano a la ciudad.